Mario había perdido la noción del tiempo. Sus miradas se cruzaban una y otra vez sin que ambos chicos supieran que hacer o decir.
-Tengo algo muy importante que decirte Mario…
Isabel aparta la mirada mientras juega con sus manos. Los nervios se podrían notar a kilómetros, pero es algo que Mario no adivina.
-Mario… Yo… Estoy enferma, y es mejor que no volvamos a vernos… Porque según los médicos, esto no tiene solución…
«Esto no puede estar pasando, no ahora… Ahora que todo se va a solucionar».
-¿Qué… tienes? – pregunta Mario con un nudo en la garganta pero Isabel niega.
-Es mejor que no lo sepas… Tengo que irme.
-Espera – Murmura Mario, pero para ese momento Isabel ya se había marchado. Sus pies permanecen estáticos aun queriendo salir detrás de la chica…
¿Cómo ha podido ocurrir esto? Piensa una y otra vez… Un pensamiento le viene a la mente… Pero es algo imposible… ¿No?
Se levanta corriendo y va rápidamente a su madre.
-Mamá, ¿podrías dejarme las llaves de la casa antigua de la abuela? Necesito coger una cosa.
-¿Para qué las quieres?
-Ya te digo que quiero una cosa… Es algo del instituto, solo será un rato… Hasta que lo encuentre.
-Bueno… – su madre, a regañadientes, le da llaves algo viejas. Mario suspira cuando sale de la casa, encaminándose a la de su abuela, solo para cerciorarse de que lo que tiene en mente no sea posible.
A los diez minutos llega a una pequeña casa, que se nota algo deshabitada. Se acerca a la puerta con algo de temor. La abre y un sonido chirriante se hace notar. Mario entra rápidamente y recuerda un pequeño sitio donde siempre veía escribir a su abuela, cuando él era todavía un niño. Corre hacia el pequeño despacho, y comienza a buscar. Ve una pila de libros y se acerca, después de quitar el polvo ve perfectamente la letra de su abuela. Uno a uno va leyendo títulos e historias hasta que encuentra aquella que le aterrorizaba pensar.
Comienza a leer y efectivamente se cumple lo que él había pensado minutos antes. Su abuela había escrito una historia en el que sin pensarlo o quererlo, él se había convertido en protagonista… Junto a Isabel. La chica de la historia padecía cáncer, algo mortal en esa época, y aún estando enamorada de su amigo… Ambos se separan… ¿Será que esa historia predestinada se cumplirá? Mario desea con todas sus fuerzas que esa historia sea la excepción.
FUENTE: IMAGEN
Filed under: Narración, Narración 2015-16 | Leave a comment »